Dicen por ahí que para describir una rosa hay que ser todo un poeta. Es muy fácil contar sus pétalos, medir el largo del tallo y hasta contar la cantidad de espinas que tiene. Pero a la hora de hablar de su fragancia, de lo que su belleza provoca o de cómo esta cambia según va abriendo, solo un poeta o un enamorado sabrían como describirla.
Por otro lado, las rosas son de esas flores que pueden utilizarse en cualquier ocasión; desde un aniversario o boda, hasta en un bautizo o entierro. Pero aún siendo de las flores más comunes, estas mantienen un estatus de nobleza en el mundo de las flores.
La razón es muy sencilla. Su cultivo no suele ser fácil ya que los rosales requieren grandes atenciones. Necesitan terrenos fértiles, climas frescos, buen sol y alguien que los libre de ciertas plagas y enfermedades. Es por esto que tienden a ser flores costosas y también muy solicitadas.
Las rosas son el regalo preferido para regalar a sus parejas cualquier día del año, especialmente en San Valentín. Una opción que siempre supone un acierto. Y es que las rosas rojas son las flores que mejor simbolizan lo que sienten los enamorados, También para decir a una persona gracias, para adonar una mesa, para alegrar tu casa, y sobre todo para ti mismo
Las Rosas son las Flores más regaladas del mundo por su amplitud de significados, y aquí te mostramos Qué significa Regalar una Rosa. El lenguaje de las Rosas, depende de su color; Las flores dicen mucho de lo que siente una persona que las regala, es por eso que si estas buscas un detalle para alguien especial.
Las flores rosadas se encuentran entre las más comunes en cualquier jardín. Son preciosas, brillantes, neutrales y ofrecen una sensación de amplitud.
Las rosas sus tonalidades y su gran belleza las hace una de las primeras alternativas a considerar en cuanto a la planificación de espacios, construcción de jardines e inclusive como obsequio por ser tan hermosas, tener un aroma peculiarmente agradable y su increíble delicadeza, y aromas.
Antes de sembrar, debemos pensar muy bien el cultivo de la rosa, por lo que es crucial es identificar qué tipo de rosa queremos plantar, lo que va a depender del espacio, necesidades, terreno y objetivo del cultivo.
Las clases de rosas más comunes para la siembra, tanto por su belleza y hermosura como por su utilidad son:
La rosa híbrido de té
Esta rosa se caracteriza por tener un crecimiento recto, poseyendo solo una rosa por tallo. La rosa híbrido de té se cultiva por lo general para el corte, comercializándose en la mayoría de las floristerías.
Rosa floribunda
Este tipo de rosa se caracteriza por tener un crecimiento más recortado, no mayor a un metro de altura, de muchas variedades de colores. Se recomiendan para jardines grandes y abiertos ya que es una de los tipos de rosas que menos cuidado requieren, para facilitarte el cultivo
El rosal trepador
Este tipo de rosa se recomienda por lo general para los jardines que tienes vayas o pilares, aunque también son válidas de sembrar en hileras de estacas, dan muchas flores por lo que pueden cubrir con facilidad cualquier estructura cercana.
Rosal miniatura
Esta es la alternativa si lo que queremos es cultivar rosas en macetas, son pequeñas y se adaptan a casi cualquier terreno, lo que las hace perfectas para dar retoques en lugares estratégicos del jardín o para tener en un lugar soleado dentro de casa como una ventana, por ejemplo
Rosas antiguas de jardín
Estas son rosas de tipo híbrido que se comenzaron a crear en Europa antes del siglo dieciocho. Estas flores tienden a ser muy fragantes y prefieren las zonas más frescas en el norte. Son plantas más susceptibles a plagas y a otras enfermedades del jardín. Entre las rosas antiguas más comunes se encuentran la Gálica, la Alba, la Centifolia, la Damasco y la rosa Musgosa.
Rosas modernas
Aquí entran la mayoría de las rosas que encontramos en el mercado hoy día. Estas también son híbridos, muchos de ellos creados desde fines del siglo diecinueve. Según he leído, estas rosas modernas surgen luego de que en 1867 Jean Baptiste Guillot, un horticultor de la época, creara un híbrido llamado “Francia”.
Este tipo de rosa conocido en inglés como “Tea rose” implantó una nueva era entre las rosas, ya que a diferencia de las antiguas, su forma era muy similar a la de una tacita de té. Este tipo de rosa se convirtió en uno de los favoritos en la creación de los arreglos florales de la época.
Las rosas y el jardín
Hoy en día la variedad de rosas disponibles es enorme. Si decides cultivarlas en tu jardín tendrás una gran variedad de híbridos de donde escoger. Lo más importante, aparte de que sea un estilo de rosa que te guste, es que esta se adapte a la zona de clima en que vivas.
La mayoría de las rosas de venta comercial que vemos en la calle provienen de países con climas algo frescos, aún en verano. Entonces a este tipo de rosal se le hace difícil adaptarse a climas tropicales o desérticos.
Gracias a la experimentación el la horticultura, se han creado muchísimos tipos de híbridos que se pueden adaptar mejor a los diferentes tipos de clima. También se pueden conseguir rosales de tipo miniatura, trepadores o rastreros.
La forma más fácil de saber qué tipo de rosales puedes cultivar en tu área es visitando algún vivero cerca de tu casa. Si ellos cultivan rosales allí, lo más seguro es que ese tipo en específico se pueda cultivar en tu jardín. ¡Feliz siembra!
Rosal de pie alto
Es uno de los más hermosos y populares, tiene un tallo muy alargado y robusto donde las rosas crecen en forma de ramo, pudiendo llegar a alcanzar alturas considerables, ideales si queremos cultivarlas como centro de jardín o para hacer grupos de diferentes colores como planta principal.
Entre los cuidados más importante del rosal, uno de los más es sin dudas el riego. Representa un punto clave en el mantenimiento y éxito del cultivo de rosas. La razón de esto es que las rosas requieren de abundantes riegos, pero los encharcamientos y las humedades prolongadas pueden llegar a matar a la rosa.
Debemos asegurarnos de rotar el abono aproximadamente cada 4 meses, moviendo un poco la tierra para asegurarnos de que el sol que recibe es suficiente para secar en el transcurso del día la tierra. Muy importante no regar a finales de la tarde o en la noche ya que la humedad afectaría a la planta mucho tiempo antes de poder secar.
Por otro lado tenemos el podado de la planta, el cual debe ser constante y llegados a este punto la supervisión y constancia es clave para cultivar las rosas más hermosas.
Tenemos que tener presente de que las plantas usan parte de su energía para mantener sus nuevas estructuras, por esta razón eliminar los tallos muy endebles o mal formados es vital para que toda la planta se desarrolle mucho mejor y en línea general esta aproveche mejor sus recursos.
Por último consideraremos el viento, sobre todo en las variantes más altas (de hasta 3m) el viento puede ser un problema, esparciendo los pétalos, doblando los tallos y maltratando a las germinaciones más pequeñinas.
Estaremos atentos si el viento puede llegar a ser un problema específicamente en nuestra región y nos apoyaremos de soportes o vallas, al menos mientras la planta se desarrolla lo suficiente para ser autosustentable.
Las enfermedades de los rosales se suelen asociar en el 98% de los casos a hongos e insectos, por esta razón nos centraremos en identificar ambos casos y lo que podemos hacer para tratar y prevenir estos elementos en el cultivo del rosal. Siempre preguntaremos a profesionales
Se deben prevenir todas las enfermedades de las rosas, para ello vale la pena realizar procedimientos preventivos. A partir de medios improvisados, puede hacer decocciones de ajo, cebolla o tabaco, que se rocían con rosales. Es un método ecológico que no es adictivo para los patógenos.
Las enfermedades de las rosas y su tratamiento son una gran molestia para los jardineros. Mucha gente usa los trucos de la naturaleza.
Por ejemplo, se pueden plantar caléndulas o lavanda, caléndula o capuchina junto a los rosales. Estas plantas tienen un aroma que puede repeler garrapatas y pulgones. El cultivo de ajo cercano ayuda a prevenir enfermedades fúngicas.
Los agentes causantes de las enfermedades son muy persistentes, pueden vivir perfectamente durante mucho tiempo en hojas y brotes ya muertos. Por lo tanto, si la rosa estaba enferma, entonces se deben recolectar y quemar sus restos, las malezas que crecen cercanas y la vegetación caída.
Para la profilaxis a fines de otoño, se recomienda procesar la flor con sulfato de hierro al 3%. Al comienzo de la primavera, rocíe los arbustos con una solución de cloruro de cobre. Además, no comience a trabajar con una podadora u otra herramienta de corte sin antes tratarla con un desinfectante.
Hay muchas enfermedades en las rosas que se pueden dar gracias a los insectos que actúan como una verdadera plaga, como los pulgones por ejemplo.
Para el control de estas enfermedades nuevamente la supervisión será un factor de intervención clave. Cuando notemos agujeros en las hojas, manchas blancas concentradas en las puntas, babas de color blanco en los tallos o hojas redobladas (como tabacos), lo más seguro es que nos enfrentemos a un problema de insectos.
Un lavado con agua jabonosa tiende a solucionar más problemas de los que se creerían, así que luego de eliminar las zonas antiestéticas de los rosales una vez dada la infección, procederemos a aplicar esta solución sobre todo debajo de las hojas al menos 2 veces por semana.
Si la plaga persiste es hora de recurrir a los insecticidas especializados que podemos conseguir en las botánicas.
La rosa tiene 35 millones de años de edad, según evidencia fósil, aunque el crecimiento del jardín de la famosa flor probablemente comenzó en China hace unos 5,000 años, según la Universidad de Illinois. Esta flor perenne tiene más de 150 especies diferentes en el hemisferio norte, desde Alaska hasta México y África hasta el Lejano Oriente.
Primero popularizado por los romanos, quienes construyeron grandes jardines de rosas públicos, la fragante flor sirvió como confeti de celebración, medicina y un ingrediente en el perfume. Aunque la rosa era extremadamente popular en ese momento, después de la caída del Imperio Romano, la flor ha perdido popularidad y se ha vuelto cada vez más popular.
Las rosas requieren poco mantenimiento, crecen bien en varios tipos de suelo y no requieren poda. La planta que produce la flor también puede sobrevivir en invierno sin protección. Su enfermedad y resistencia a los insectos también han ayudado a hacer de las rosas una de las flores más deseadas.
Las rosas exudan siete fragancias diferentes: rosa, clavo, violeta, manzana, limón, nasturtium y aromas de té. Sin embargo, son las rosas antiguas las que emiten el aroma típico "rosado" más asociado con la flor.
Conocida como la reina de las flores, las rosas han desempeñado un papel importante como contribuyentes culturales a las obras de poesía, arte, literatura y música a lo largo de la historia.